¿Quiénes somos?
Madre e hija, terapeutas, sanadoras, mujeres de servicio y amantes de la libertad para dar soporte a la vida y a lo sagrado.
Nuestra historia con la Plata Coloidal
En Mayo del 2017 salvamos del Parvovirus a uno de nuestros gatos, nuestro amado Soley, con plata iónica, cuando todos los veterinarios del hospital donde estaba ingresado, lo daban por muerto. En ese momento me juré que iba a encontrar la forma de producirla yo misma.
Luego, en la primavera del 2019, se repitió la historia con la gata de un amigo, que casi se muere y la salvamos dándole sólo plata iónica, todavía creyendo que era plata coloidal.
Con semejante experiencia de lo eficaz y rápido que había funcionado otra vez, decidí que era tiempo de honrar el juramento de producirla yo misma y me senté a investigar.
En el proceso de investigación descubrí, con inmenso asombro, que el 95% de lo que se vende como Plata Coloidal, tanto por grandes compañías como individuos tratando de ayudar a otros, no lo es. Este hallazgo lo que hizo fue reforzar la necesidad de preparar plata coloidal verdadera, y limpia de sales o proteínas.
Finalmente, empecé a producir plata coloidal en el otoño del 2019 y a compartirla con amistades y familia.
¿Quién nos iba a decir que estábamos haciendo la cosa perfecta en el momento perfecto?
En el año 2020, mientras el mundo se puso patas arriba y nadie sabía qué hacer ni a quién creer, tanto nosotras como nuestras amistades, permanecimos sin enfermarnos, sólo con dosis de mantenimiento. Quienes tuvieron síntomas entre nuestros conocidos y tuvieron acceso a nuestra plata coloidal, salieron airosos del asunto, nunca nadie tuvo que ir a ningún hospital, y todos hemos llevado una vida normal desde entonces, sin miedo, que es lo que más enferma y deprime el sistema inmune.
Como ya mencioné en la página de Bienvenida, no produzco la plata coloidal con fines comerciales (nosotras vivimos de nuestro trabajo terapéutico), pero si alguien local la necesita yo la preparo con mucho gusto, así, de vecino a vecino, y con mucho amor.
Gracias por acompañarnos en esta aventura saludable.
Nayví Barbeito Cardoso